Stepán Semenov - traductor-синхронист francés, director del Centro de франкофонных de estudios de la academia Diplomática de la CANCILLERÍA de Rusia, miembro de la unión Internacional de periodistas. Debido a las características del trabajo viaja mucho, incluso en una motocicleta. De una tal un viaje por el continente africano, ha decidido contar a los lectores Motonews. es.

Hace unos días hemos publicado la primera parte de la historia de «el Vuelo de la noche de los escarabajos, o la Nota del traductor», hoy su atención es la continuación de esta fascinante historia, que ha pasado de un periodista ruso.

Un avión de AIR France desde París visita de Kinshasa vez a la semana. Salón, densamente repleto de personas con неевропейским el color de la piel. Muchos hombres en cuero marrón, con sombreros. Las mujeres en brillantes trajes orgánicamente dispersas en el espacio y sorprendentemente silenciosos como éstos. Franceses azafata con las personas de los legionarios romanos. De бледнолицых sólo nuestra delegación sí anciano de nacionalidad belga con una mancha en la cara, no se produce de la mano de la correa de cuero de la correa de la joven африканки. Whisky se terminó casi de inmediato, pero ocho horas промелькнули imperceptible. Ya me encontraba en el este de África por primera vez.

Foro económico en Kinshasa culminó con éxito. La conferencia de un alto nivel realizadas en el país por primera vez y втянула en su órbita gran número de partes interesadas. La delegación rusa - los representantes de las grandes empresas y las empresas industriales - con un placer no disimulado puso en la parte final del evento - recibir a los invitados y participantes que se celebra en la villa Ma Campagne», situada en lo alto de una colina, lejos de los administrados y ruidosos humanos de los flujos de la parte central de la ciudad.

En el brasero шипели trozos de pollo y крокодильего de la carne. Chicas sin trajes nacionales de broma обмахивали vapor comida de palmeras y hojas. Invitados representantes de la élite local, lentamente, se paseaban por la terraza con copas en las manos. Sus rostros brillaban como el petróleo. En las ramas de la palmera скрежетали loros. El jefe como siempre apareció de repente, que irradia calma y ecuanimidad. Como si esto no era una expedición en el centro de África, y el encuentro de sin corbatas en Ginebra. Presentes de la dificultad de dejar de masticar, se formaron en un anillo.
«Ahora переведешь un par de tostadas y vamos a ir al aeropuerto, el camino es difícil, vamos a seguir columna», - ordenó el Jefe y levantó la copa. Desde Kinshasa hasta el aeropuerto (30 km усыпанной ladrillos rotos y basura полуасфальтовой de la carretera que atraviesa los криминогенные zonas del suburbio. Nuestros pasaportes y equipaje fueron enviados a la aduana de la mañana para someterse a todas las formalidades. El de la puerta en помятом jeep ya estaba y mordisqueó las nueces перепоясанная пулеметными cintas de un grupo de gente en uniforme militar, para nuestro mantenimiento.

El convoy de tres vehículos todo terreno de la máquina con la protección lentamente пробиралась por las calles de la ciudad. El último se movía буйволоподобный Nissan Patrol de los 90, en los subsuelos de que estaban yo, un empleado de la empresa el francés Raymond y nuestro conductor, el Papa Jean. Es necesario notar que el corcho en Kinshasa sólo se puede comparar con московскими, a pesar de vehículos en la capital del Congo mucho menos. Todo el asunto en неистребимом caos, de día y de noche царящем en las carreteras. Y, además, pausada el movimiento en cualquier momento puede ser suspendido заглохшим camión sin campana y la cabina, обсуждающими que ha pasado por varios cientos de personas y примкнувшей este evento fúnebre procesión. Гоняющие en diagonal y una banda de motociclistas también de orden no se añaden.
La oscuridad de repente golpeó la ciudad, como el negro de plumas. En algún momento de nuestro conductor, al parecer, la distraída y se desvió en un estrecho callejón. Como él luego explicó, le aburrí arrastrarse a la cola, y se decidió a huir de la columna por la calle lateral. Pero el Papa Jean un poco equivocado. Ningún lateral de la calle en esta parte de la ciudad no estaba muy lejos. El carril de la штопором se iba en el subsuelo неосвещенного trimestre. La vida aquí bulla aún más fuerte que en la parte central de la autopista. En barriles ardiente llama, es funesto que enciende parecidas a la ampliación de la caja de la estructura. En las ventanas sin vidrios, como en кукольном el teatro, aparecían y desaparecían en las siluetas de las personas y de los animales. Nuestro Nissan arrastraba con la velocidad de un peatón. Después de un tiempo es muy lento el movimiento y se detuvo. Por delante, en medio del camino, догорал el esqueleto del coche, alrededor de la cual, como en un baile, que se movían entre sombras negras. Como resultó después, era el baile. Danza en honor de caras blancas de los huéspedes, осмелившихся visitar este territorio. Admirar el folclore de tiempo no se - por el cuerpo de nuestra máquina ya golpeaban a las ventanas miraban emocionados y inhóspitas de la persona. La máquina con todas las partes облепила palpitante masa de hombres directorio no tuve tiempo para preguntarle a Papa Jean, que ha pasado, sí no se ha conseguido darme una respuesta, decenas de manos ya que sacaban a través de la ventana lateral. En el asiento del conductor, se quedó sólo con su verde de los zapatos. Raymond, al parecer recordando el código de un hombre blanco, con dignidad, abrió la ventana y que me lo preguntó. Contestaron rápidamente y en voz muy alta. La esencia de la respuesta reducía a lo que acabamos de, superando la permitida en la zona, la velocidad, interceptaron a una mujer embarazada a la chica y trató de escapar. A juzgar vamos por las leyes locales en la escena del crimen. El parabrisas de la telaraña corramos la grieta - de él, lo golpearon con los recortes de las tuberías de hierro. El papa Jean apareció en la ventana, también de repente, como y desapareció. Dos personas extendieron por выкрученные por el dorso de las manos, y el tercero por el pelo.
«Tendrá que esperar un poco - tímidamente anunció él -, es necesario esperar a que las autoridades locales y de resolver el problema». Me lanzó una mirada al reloj, antes de la salida en París restaba de la hora y media. Parece que ya hemos llegado tarde.
Con un crujido maletero se abrió la puerta de nuestra máquina. En el salón de brotaba asfixiante ola de aire húmedo. De inmediato contacto con el medio exterior nos separaban sólo cajas de whisky, una pila de наваленные en el maletero. Y de repente, el movimiento alrededor de la máquina quedó en silencio. Esto era increíble! Como si el invisible director de orquesta de un solo movimiento se detuvo hizo estragos en éxtasis creativo de la orquesta. De la oscuridad apareció pesado el hombre de negro con gafas. El pecho de su adornado con cadena de metal con una gruesa arandelas de medallas.
En el completo silencio de la multitud irrumpió en el extranjero impermeable anillo. Acerca de nosotros parece, simplemente se olvidó. Pensar era en tiempos pasados. El destino nos ha proporcionado la oportunidad, y he oído su reloj ya cuenta asignado.
El hombre de las gafas hablaba algo, todos lo escuchaban con la respiración entrecortada. Al abrir la puerta desde el lado opuesto, me ha echado fuera a Raymond y el caído en el camino. En nuestra felicidad de este lado de la calle era una repletos de residuos barranco. Después de un minuto ya estamos todas, por alguna arbustos. Mono con las personas de los borrachos de los bebés algo gritaban a nosotros después de las espinosas ramas. Habiendo saltado en el carril más cercano, me di cuenta de que Raymond devoluciones en la vegetación. Pero algo soplaba, que está cerca. Dónde ir no tenía ninguna representación. De la fuerte ola de calor quería quitar de la piel. La calle se está desierto, sólo en el cruce de un grupo de adolescentes tomar el ardiente automotriz del neumático. Uno de ellos tenía en la mano el blanco casco de la motocicleta. Cerca del desorden estaban motocicletas. «¿Quién manda aquí?» - grité lo primero que me vino a la cabeza.
Adelante avanzó el muchacho años 16 años.
«Me es necesario en el aeropuerto, sólo es rápido, yo pago!» El joven de inmediato identificó en mí interesada cliente. «100 dólares», sonriendo, respondió él y, sin esperar mi respuesta, lanzó similar a la de кузнечика moto. Un pequeño depósito de combustible y el asiento de la мотика se обтянуты la piel de un bestia, pero he conseguido discernir potentes amortiguadores y зубастую caucho. - «Ahora aparece mi amigo, a él también en el aeropuerto!» - «los 100 dólares y le lleva delante de ti», fue la respuesta.
Después de un minuto ya hemos рассекали húmedo de la noche. El motor de la mota animosamente урчал, añadiendo bajas de la música de los huesos del silenciador. Por todo últimamente no he escuchado la banda sonora agradable para mi corazón. A mí ya se ha presentado el avión y la azafata con una copa de champán. De repente, вынырнув de ordinario del hoyo, la moto ha rodado en la iluminada de hormigón terreno de juego y se detuvo. Por algunos indicios lo he propuesto, que fue situada en medio de la desierta llanura de gasolinera. Cerca, en la espesa hierba estaba en el lado de la naranja бензовоз. En algún lugar a lo lejos los tambores tronaban.

«Ha acabado la gasolina», - ha adivinado yo. De metal de la cabina de un hombre, y algo le gritó, mostrando las manos en el camino por donde hemos venido. Me di cuenta de que de alguna manera lograran acerca de nuestra huida, ya se sabe todo el continente. La realidad de nuevo abrieron ante mí su зловонную la boca.
Motociclista se volvió hacia mí.
- La gasolina no. Hay que esperar. Y a ti te da lo mismo ahora cogen y se cortan trozos, - sonriendo dijo. Probablemente, la que mejor me comprendía el sentido, mi salvador trató de hablar despacio.
- Que no les gusta a los franceses. Ya van contigo en el coche.
Azafata con champán desvanecido en la noche. Se parece a la de los cinturones de seguridad mí ya no las necesita.
- ¿Cómo te llamas? - grité.
- Забанга.
- Escucha, Забанга, no soy francés y nunca lo fue. Yo soy ruso! De Rusia. Soy una ciclista como tú! Tengo una moto Honda Africa! - Por su expresión me di cuenta que él no entiende ni la mitad de lo que hablo. Tenemos a la delegación! Nos han traído un regalo a su presidente!
Yo aún trataba de luchar por su vida. Pero lo que yo quería oír la respuesta?
La respuesta de mi nuevo amigo era inesperado.
- Desde Rusia? Y me regalo? Desde Rusia! - le preguntó y le tendió la mano. Rosa de la palma brillaban las llaves de la motocicleta.
- Te será más grande regalo!
- Y tu francés desde también es español?
- Por supuesto español, su nombre es Roman, simplemente se dice en francés. - Yo ya salía en el camino.
- Español, has de ir todo recto. Solo no dejes! En moto deja la puerta. - Aún algo gritó en la despedida, pero el viento ya silbaba en los oídos.

La oit подскакивал en baches en los países, pero es tenaz se tenía de la superficie. Al parecer, estaba ya cerca del aeropuerto - a lo largo de la carretera comenzaron a aparecer alojamientos de construcción. La electricidad no existe. Sólo en todas partes brillaba la luz tenue es lugareños paseando a lo largo de arcenes, con lámparas de barro en las manos. Algunos de ellos estaban levantando las manos al cielo. «Como si los muertos con trenzas» - sólo he conseguido pensar, como un golpe en la frente un poco no me quité de la silla. Las luces de las lámparas закружились borrachos мотыльками. Lo primero que he tenido tiempo de pensar, es lo que me han alcanzado y golpeado con un palo por la cabeza. En la frente вспухала la masa pegajosa. «Es el cerebro!!» - ha quemado el pensamiento horroroso.
Pero el movimiento continuó. Sobre mi rostro, mi sobresalto y застилая los ojos расползалось un enorme cuerpo de un escarabajo. Los escarabajos pequeños volando alrededor con el silbido de la bala. La moto voló en la cresta de la colina.
En la parte inferior, опутанная el collar de raras luces, casualmente разлеглась una pista de aterrizaje del aeropuerto.
El enorme airbus se bañó en la luz de los focos, y que parecía recién llegado de otro mundo. Al encuentro de mí huyeron de la gente con ametralladoras. Заглушив motor, poco a poco me ha ido a su encuentro. A las puertas del me dio la vuelta y lanzó una última mirada a la motocicleta. Un pequeño proyector con picardía brillaba en la oscuridad. Piel, окутывавший tanque de gasolina, se han desviado de costado. «Tricker», - leí en amarillo plástico.

El vuelo fue detenido en dos horas. Resulta que nos han estado buscando. El francés Raymond, él de la misma Novela, era felizmente sentada en el camino en el coche de la policía y llevado al aeropuerto. Ya sentado en el asiento de un avión, trataba de comprender lo que ocurrió.

«Tienes suerte de que el vuelo de un detenido, de otro modo te hubiera bajado de la distancia», el chef estaba de pie cerca de mí y daba una copa de champán. Yo con el horror presentó su regreso a la ciudad en una motocicleta. Sin un centavo de dinero. Sin documentos. En la sociedad de escarabajos gigantes. Debajo de los tambores...

El vecino de la derecha, también dan la inclinó la botella de whisky. Con trabajo recobrando que se ha llegado a un nacional francés de bebida.

«No era necesario violar la disciplina», - habló el Jefe y disciplina se dirigió al salón de primera clase. Antes de esconderse en las entrañas de lujo se volvió y añadió: «Como dicen los samurais: «Haz lo que es necesario, y que será, que será». El avión, temblando, rodaba en el despegue.

Ya en Moscú, a veces, reflexionando sobre el peculiar uso de la entidad de la marcha de los acontecimientos, que en cualquier momento podían dar la vuelta no es a nuestro favor, me preguntaba, lo que llevó a un chico africano entregarme las llaves de la motocicleta? El temor de que con él расправятся como cómplice de mi huida? El deseo de ganar más? O inesperado, como el ataque de la malaria, la paz de la racha? Y, por último, que apresó a un avión? Lo ocurrido hasta ahora, me parece paradójico que la síntesis incompatibles estrategias.
La moto me compré dos semanas, pero este modelo no fue fácil. Mi nuevo amigo se convirtió en Yamaha Tricker 250 - alegre y juguetón de la oit, capaz de viajar a cualquier lugar de la carretera principal. Lástima que sólo el depósito de gasolina y tiendas.
Y otra vez aprehendido el flujo de eventos impredecibles, que es tan rica la vida de un intérprete, espero que el destino nuevamente me meten en África, ya que allí la espera de mi regalo de negro de motorista Забанга.

P. S. Algunos de los que figuran en el artículo citas no siempre reflejan el punto de vista del autor y la información contenida en ellos la información proviene les de las fuentes extranjeras. En el curso de los eventos, salvo del escarabajo, no ha sufrido ningún representante de la fauna local. El francés Raymond vive en París y de la nada no sale. El conductor del Papa Jean se casó con la hija de un local de la autoridad, la que después de un mes dio a luz a dos niños. Una semana después de nuestro vuelo en el Congo del golpe de estado.